sábado, 2 de julio de 2011

Aquarius- Haken







Debo admitir que tenía muchas ganas de reseñar este álbum. Es el primer álbum de metal del que hablaré y debía ser uno excelente, y Aquarius no decepcionará para nada, aún a aquellos que se resistan al genero.

Haken es una banda de la cual no tengo mucha información. Se que se fundó en el 2007 por 2 ex-integrantes que procedían de una banda llamada To-Mera la cual nunca ganó popularidad y tenía un estilo parecido a Haken, pero fuera de eso no hay mucha información.

Su estilo como sexteto es increíblemente único. Por momentos suenan al estilo de Opeth por sus guturales exactos que a pesar de cuestión de gustos, no son abusados; Otras veces suenan a lo sinfónico de Pink Floyd, algunas otras a lo denso del rock progresivo italiano, manteniendo esos teclados a la Yes dandole una mezcla demasiado interesante e irresistible para cualquier amante del progresivo.

Es inevitable no mencionar que son los sucesores de Dream Theater en el metal progresivo. Sin embargo, si siguen con la misma línea podrían llegar a ser mejores. Entre sus temas se nota la clara influencia jazzera presente durante todo el disco y que le da un dinamismo aún mayor al disco.

El álbum está dividido en siete canciones de una misma temática con una base similar que no llega a ser repetitiva pero si conceptual demostrando durante todo el álbum una base muy solida de influencias jazzeras, progresivas, metaleras, inclusive clásicas.

Otra gran aporte al álbum es que utiliza instrumentos poco comunes entre sus filas para el metal, incluso para el metal progresivo que difícilmente podría nombrar, pero es facilmente visible debido a su sonido increíblemente inovador que logra recrear sonidos de circo, sonidos del mar y todo conectado a una excelente calidad instrumental.

Y esa calidad instrumental, que también incluye a la voz impresionantemente limpia y potente de su cantante Ross Jennings, está presente la parte ya mencionada de los teclados que sobresale a lo largo de todo el disco regalándonos solos de calidad impresionante y otras partes como algún intro memorable. Todo eso mezclado con la batería siempre efectiva y justa y el bajo que logra marcar de una manera excelente el álbum.

Y por más increíble que parezca, el álbum en momentos es totalmente relajador por esa guitarra que pasa a sonar incluso por debajo de la batería a propósito siempre guiado por los teclados que son simple y sencillamente imprescindibles del álbum.

No tengo miedo de declarar a este álbum como el mejor debut de alguna banda de metal progresiva de toda la historia. Realmente es excelente en todas sus listas, y a pesar de su larga duración no tiene ninguna parte que se torne desesperante o monótona.

Una adicción auditiva de principio a fin que mantiene unos ambientes simplemente memorables que también nos recuerdan algo al power metal, y en otros casos al post rock. Simple y sencillamente un álbum muy versátil que fue aclamada por la crítica no por ninguna razón.







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